La caída


Hace algunos años, más o menos para la el fin de la  Segunda Guerra Mundial (entre otros eventos igual de trascendentes para la historia de la humanidad) se produjo "la caída del proyecto moderno" esto en pocas palabras (y desde mi inexperto conocimiento) más o menos quiso decir que se les había roto el paradigma sobre el cual se había construido la modernidad  y en gran parte esto tuvo que ver con que aquellos valores por los que había velado la modernidad, promoviéndolos resultaron ser nada más ni nada menos que una gran decepción. Un poco porque con el espíritu con el que se fundaron no fue del todo honesto consigo mismo a la hora de configurarse, como ocurrió con la igualdad, que todos somos iguales, salvo qué algunos son más iguales que otros como bien dijo Orwell; ya que cuando este valor se levantó como estandarte existían diferencias irreconcilliables en cuanto a la igualdad entre los seres humanos.
Otro poco se debió a que se tenían conceptos errados. El del progreso continuo y sin límites, y la razón como máximo exponencial de todo. Cuando se fue consciente iente de las limitaciones reales, la imposibilidad de un progreso continuado, y cómo la razón no era aquello en lo que podíamos confiar ciegamente después de las grandes atrocidades que los mismos humanos habían sido capaces de hacer entre ambas guerras mundiales, bombas nucleares, genocidios, etc.
Quienes se encontraban viviendo todo este momento histórico sumamente particular experimentaron aquello que se conoce como "desasosiego" que esto mismo quiere decir según Google, intranquilidad o falta de sosiego. Sosiego significa estado de tranquilidad o calma en algo o alguien.
Tratando de entender todo ese estado psíquico-emocional que  transité luego de que por primera vez tuve que enfrentarme a que quién era mi pareja de me dejara, recordé esto. Si bien obviamente no tiene punto de comparación hechos históricos de tal magnitud con la historia personal de cada uno, en este caso la mía, a nivel micro se sintió como una especie de caída de proyecto moderno.
Si lo pienso haciendo una comparación yo creí y vele por ciertos valores "modernos". Creí en ese progreso continuo y sin límites y también creí en que la razón que había logrado encaminarme iba a ser la misma que guiara ese progreso continuo y sin límites.
Resulta ser que incluso la razón posee ciertos límites  estructurales, que ahí donde se pone en juego quiénes somos, cómo somos y nuestra propia historia, ésta  la pone  temblar. Cuando lo que puede ser muy lógico a la vez se le genera un tipo de dualidad que se contradice en si misma. Tal vez sea que Nietzsche tuviera razón cuando dijo que "Todo lo que existe es justo e injusto, y en ambos casos está igualmente justificado" y no quede más que decir, ni hacer que aceptar simplemente los hechos como son.
Ahí es donde se produce el desasosiego, donde se pierde ese estado de calma, cuando la velocidad con la que la vida misma transcurre produce un quiebre y aquel lugar dónde se hallaba la paz en alguien se quiebra, dando lugar a la nada. A esa carencia que se encarna de una forma tan fuerte y pesada que por contraposición se convierte en presencia misma. La presencia de la ausencia se materializa generando el desasosiego. 

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