Entradas

Mostrando entradas de junio, 2018
Ya no sé para qué sigo intentando algunas cosas. Tal vez tenga que ver con qué soy un poco cabeza dura, o tengo este espíritu entusiasta que cree que todo se puede, y nunca termino de perderle la fé a nada.  Por ahí tenga que dignarme a entender de una buena vez, que por más ganas que uno le ponga a las cosas, van más allá de nuestra voluntad, que tampoco está mal si un día me canso de intentar después de darme la cara contra la pared treinta veces seguidas y me hayan sacado a patadas otra buena cantidad.  Simplemente hay gente que no nos quiere cerca. Simplemente hay cosas que no pueden ni van a ser, ni ahora, ni nunca.

Día 48.

Te acordás de cómo te reías? Yo sí. Nunca fuiste de reírte mucho, pero hubo días en los que lo hacías, y sonreí  a la par tuya, feliz y satisfecha de la vida, porque pensaba que tal vez algo estaría haciendo bien sí te reías de esa forma.  A pesar de eso viéndolo ahora, a distancia, creo que nunca fui conciente de que feliz era en ese momento. Ahora que son de esos recuerdos que parecen tan lejanos, de cuando no hacía éste frío y yo paseaba disfrutando del calor y la ropa holgada.  Ahora que cuando me acuerdo aunque me asome media sonrisa se me hace un nudo en el pecho y me dan ganas de llorar. Ahora que estoy tan lejos de todo eso y de vos, entiendo que nunca entendí nada, ni siquiera la suerte que tuve de haber estado ahí con vos, de haber sido testigo de tu risa. Ahora que conjugo todo en pasado, que te extraño más que otros días me cae la ficha de cuánto tuve en un instante, y lo dejé ir en mis excusas y mis miedos. En todas las cosas que hice mal cuándo el pánico me trepó por lo