Entradas

Mostrando entradas de diciembre, 2017
Esta fue la primera vez desde que nos conocemos que no te saludé para tu cumpleaños, que no hice la cuenta regresiva y te llamé a las doce, ni hablamos un rato, ni nos reímos cada uno de su lado de teléfono. Tampoco te preparé un regalo, ni te abracé mucho, a pesar del calor, ni me quedé apoyada en vos escuchando como tu respiración se acoplaba a la mía. Tampoco me quedé perdida pensando en qué color eran realmente tus ojos, porque jamás en todo lo que hacía que te conocía había podido clasificaros en un tono específico. No nos sonreímos a cada lado de la mesa, ni nos miramos siendo cómplices de algo que nunca supe bien qué era, ni te sonreí con cada chiste malo que se te podía ocurrir. A veces, todavía te extraño. También a veces, me pasa de no hallarme riéndome con nadie más, y me siento totalmente ajena en los brazos de otros, como si en no hubiera lugar para ellos. A veces todavía me dolés un montón en todos lados, en el cuerpo, en los recuerdos, en las calles que caminamos juntos
(...)Nada es eterno, nada permanece en el mismo estado y lugar mucho tiempo, pero así todo mientras estas abrazado a mi cintura, y soy conciente que no necesito nada más a veces siento que el reloj se detiene un rato. Que ya no me importa ni me preocupa nada de todas esas cosas que me queman la cabeza a diario, mientras por este instante solamente puedo hacer que todo se desvanezca. Se que nada nos pertenece, se que solo tengo este aquí y ahora con vos y que espero que puede repetirse miles de veces más, pero así, todo se siente tan completo. Se que no se bien que es nada en la vida, pero si sé que cuando estoy acostada en el pasto con vos aunque tenga frío con el viento que se levantó, saberte ahí me hace sentir que las cosas están en el lugar que deben estar. Y si, me parece loquísimo las vueltas que dieron las cosas hasta llegar a este punto.  Hace seis meses jamás hubiera imaginado estar donde estoy hoy, enreada en tus brazos, y sintiendo la vibración del cuerpo cuando uno se ríe