6 de Agosto de 2017

Anoche soñé con vos. Creo que tuvo que ver con que cuando charlaba con mis amigos antes emprender la vuelta a casa no pararon de nombrarte, o porque te extraño más de lo que quiero reconocer.
Sea por lo que fuere, me desperté aturdida con un nudo atragantado y unas ganas de llorar que no me dejaban respirar.
Sigo sin poder hacerme la idea, no entiendo como llegamos a esto. Estoy segura que se hace unos meses me hubieran dicho que nos convertimos en dos desconocidos habría jurado que no podrían estar más equivocados. Hace no mucho, todavía me enredaba en vos, y te reías a carcajadas.
Hace unas semanas, empezamos a perdernos, no se bien cómo pasó. Me cansé de repetir las escenas en mi cabeza tratando de entender en que momento nos soltamos y empezamos a desconocernos. Tal vez nunca debío ser nada de esto.
Hay días que creo que este es el precio que pagamos haber querido coincidir cuando no tuvimos lugar a serlo.
Hay días en los que te extraño tanto como hoy, y me come la cabeza pensar que te habrás sacado un peso de encima, que te resultó tan fácil marcharte sin mirar atrás, que nunca me quisiste ni un cuarto de lo que dijiste, o si lo has hecho se perdió hace muchísimo tiempo.
Y yo me quedé sola esperando que vuelvas.

Comentarios

Entradas populares de este blog

2019

A mis 19