A veces las cosas terminan antes de que seamos capaces de verlas, y las ilusiones se apagan cuando todavía intentabamos atraparlas. Quise volver a donde fui feliz y no fui capaz de recordar donde era que estaba.
Se me escapó entre los dedos, y me dolió en el alma. Una vez más se me escaparon las lágrimas y entendí que este era un nuevo final, porque de este punto, yo no tenía retorno.
Porque hoy desperté sabiendo que ya no quedaba nada y me quedé muda, se me ahogó la voz, terminé deambulando todo el día por donde mis obligaciones me llevaron, tratando de olvidar.

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