Este es uno de los momentos en los que lo necesito conmigo, no para explicarle que me pasa, sino para simplemente abrazarlo y llorar. Porque lloro y purgo una pena, y una despedida que hasta este momento, no era conciente que necesitase lavar. Lloro, y sufro, porque se que esta vez, realmente es un hasta nunca y no un hasta luego. Porque reconozco que, ya no nos une nada, y que de la misma forma que nos desarmamos a nosotros desarmamos muchas cosas incluyendo esa torcida amistad que tuvimos. Lloro, porque se me rompe el corazón en mil pedazos, por lo que alguna vez, te amé.

Comentarios

Entradas populares de este blog

2019

A mis 19