A EME A (9)

De

Cualquier coincidencia con la realidad es pura coincidencia.
Todos los derechos de autor reservados.
Continúo con la nueva novela ''A EME A''. 
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Desde ya muchas gracias por su apoyo, lectura y difusión, 
sobre todo a aquellos que la están siguiendo, 
y me impulsan e inspiran a seguirla.
 Atte. Ju Fernández.
pd. Pablo, si lees esto y me pezcas que seguí 
publicando, no te enojes <3 n.n 
pd2: Más tarde subo un poco más.


(...) Yo estoy bien. Mejor que nunca. Feliz. Antes de irnos, Alan, me obliga a pasarle  mi número de celular. Medio rezongando, medio feliz se lo paso.

Entramos las tres juntas a mi pieza y mecánicamente mis amigas se tiran donde pueden, en cuento cierran los ojos se quedan profundamente dormidas, yo no. Sigo despierta. Hace tres horas que volvimos, no puedo dormir. Aún cuando estoy orgullosa de lo que mi amiga hizo, sigo en trance. Me empiezo a marear un poco. Corró al baño. Vomito. Creo que es la primera vez en años que vomito sin que me lo haya inducido. Mi celular empieza a sonar. No me había dado cuenta que lo había llevado al baño.  Es Alan. Decido no contestarle. Vuelve a llamar. Ignoro el celular, mientras permanezco sentada en el piso helado del baño. Me siento extraña. Llama por cuarta vez. Caigo en la cuenta de que si no le contesto no va a dejar de llamar.
_estas bien? – pregunta
_sí – contesto con un hilo de voz. No se si estoy tan bien, a decir verdad. Alan habla del otro lado, contesto sistemáticamente. Ya es media mañana, la luz entra por la ventana del baño. Me alflojo de a poco. Hablar con él me tranquiliza.
_Dale anda a dormir – dice, y me quedo dura. No quiero dormir.
_pero- empiezo y en seguida me corta
_pero nada, date una ducha y anda a dormir. Cuando te despiertes vas a tener que enfrentar muchas cosas… -deja la frase ahí. No protesto. Lo despido, le agradezco su atención. Hago todo lo que me pidió automáticamente. No puedo pensar. El agua fría golpea mi piel, mi conciencia de a ratos huye de mi. Salgo de la ducha , y me meto en mi cama. Mis amigas aún duermen. Aún están presas de si mismas. Cierro los ojos, esperando poder acompañarlas.


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