A EME A (5)


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Ju Fernández.



(..)Miro con desprecio, y mis ojos me sorprenden. No lo conozco. No se quien es. No es de los nuestros, está claro, no sólo porque no lleva las siglas tatuadas en su brazo, sino por su complextura física, alto, fuerte, joven, sin ojeras tapadas, su piel reluciente, un cuerpo sano y en un claro y envidiable estado físico. Está con un grupo de chicos que son muy similares a él en ese sentido. Son tres, poseen todos unas facciones particulares, perfectas, sobrenaturales, aún así no se parecen etre ellos. Estoy deslumbrada. Atontada, perpleja. Se me afloja el cuerpo y me quedo paralizada, pero estoy enojada. ¿Qué hace esta gente acá?. Ellos no son de los nuestros, no tienen derecho a pisar este lugar.  Quiero que se vaya, y que sus amigos también. Se me queda mirando, como tratando de averiguar que pienso, pero sigo Entrance.
_estas bien?-dice
_sí. –contesto cortante. Noto que mis amigas están atontadas con ellos también, y que no notaron lo que yo sí, no son de los nuestros. Son intrusos.- Están en una fiesta privada, sabían?
_sí sabíamos.. pero el padre de Elías es el dueño del lugar, así que podemos entrar igual- Me contesta con una amplia sonrisa en su rostro hipnotizante y una dulce voz. Parece música.
Empieza sacarnos charla, él y los amigos. Al rato consigo relajarme. A fin de cuentas, la presencia de ellos no es tan mala.  Alan, Teo y Elías, resultan ser muy simpáticos. Alan sobre todo me termina cayendo genial, incluso después de que cuando me hablo quería que se retirara.
_Qué pasa? –pregunta Alan de repente. No entiendo porqué lo pregunta. Hasta que me doy cuenta que la música dejó de sonar y aturdirnos los oídos. Están todos mirando a la plataforma en la que estaba Merlina, que se quedó trabada arriba, a unos cuantos metros del suelo. Una chica, camina como puede de un lado a otro ahí arriba. Tiene un grado de alcohol en las venas interesante, se nota de lejos por como se tambalea.
Se ríe a carcajadas. Me quedo helada. Es Merlina. Llama la atención de todos. Nos quedamos petrificados mirándola.
Se ríe otra vez, y empieza a hablar:
_de ahora en más yo soy su reina. Todos ustedes viven para mi. Son mis suplitos, como lo son de ellas!- grita, y se señala el tatuaje que tiene, al igual que todos nosotros en su ante brazo derecho. Se ríe con fuerza. Arrogante, y sigue su discurso- Tienen prohibido olvidarme, pero se que jamás lo harán. Soy su reina, la que viva imagen de lo que nuestras diosas y por lo que vivimos. Ustedes ahora me pertenecen. Para siempre.
Sonrié. Rompe la botella que tiene en la mano contra la baranda de la plataforma y chorrea por ella, hasa el piso todo su contenido. Se rie otra vez. Saca un encededor del bolsillo y lo prende. Lo tira donde rompio la botella
_No- murmura alan- Vamos!, corran- grita a mi y a mis amigas. Nos quedamos petrificadas. Todos lo están. Él y sus amigos nos toman de la cintura y nos sacan. El resto, de la escena transcurre en cámara lenta. La plataforma se enciende.  Su soporte se enciende, el piso alrededor se enciende. Merlina se ríe una vez más. Sonríe triunfante nuestra reina, corta su brazo escribiendo muy claro nuestras iniciales ‘A EME A’ y mientras su brazo chorrea sangre, salta al vacío. Cierro los ojos. Quiero gritar. Se que la gente a mi alrededor está atónita. Se que el fuego repiquetea furioso queriendose tragar el boliche. Se que todos corren y gritan, pero mis oídos están mudos. No escucho nada. Me aparto del mundo.


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