1

Nunca quise escribirte, pero hoy, encontrándote tan lejos, creo que quiero hacerlo, siento que así la distancia se acorta, aunque en realidad la nuestra no es una distancia física.
No es que los kilómetros nos separen, es que vivir nos separa. Tu vida y la mía. Es porque somos un accidente, uno del destino.
Yo bien pude haber vivido tranquila y jamás cruzarte, pudiste no ser nadie para mi, pude jamás conocerte, pero mi vida habría sido nada sin vos.
Allá hace muchos años, o no tantos, no tantos como yo quisiera, apareciste sin más ni más.
Siempre supiste quien yo era, pero yo no. Nunca habías representado más que un nombre para mi, y hoy sos casi todo lo que soy, pero nuestra historia no importa, porque será siempre imposible de escribir, porque vive en el tiempo, se escabulle en el viento. Mis oídos no son capaces de escucharla, mi voz de contarla, pero aún así tantas veces más ha de repetirla.
Aquí estamos, tan lejos, tan cerca que no estamos. Tus sonrisas que me esquivan, mis ojos prefieren no mirarte. Y ya no se porque te escribo.
Alguna ves creí que no te escribía porque no te quería lo suficiente. Hoy se, que nunca lo hice justamente por todo lo contrario, porque te quiero mucho más de lo que alguna vez quise a alguien.
No se porque te escribo porque busco una excusa para no dejar de hacerlo, para poder deterner acá el tiempo, y volver eterno el instante que logré quererte. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

2019

A mis 19