* (editado, original febrero 2018)

Cerré los ojos destruida y ahí te encontré. Paseábamos juntos, estaba soleado, creo que también hacía calor. Escuchaba tu voz, no recuerdo qué decías pero si que me pedía en ese sonido que tanto me gusta. Se que te miraba, con detenimiento, como cuando pienso cómo me gustaría saber dibujar para poder retratar esas personas que quiero guardar. Sentía el calor que tu cuerpo emanaba contra mi piel. Nos reíamos. Estoy segura que nos reíamos. El tiempo pasaba y parecía congelado porque cuando estamos juntos me acuerdo que no hay nada que me guste más. Miraba tus manos cómo a veces se enredaban con las mías un pequeño instante, observaba su textura y me detenía a percibirla. Sí. Estoy segura de que nos reíamos, y que sea lo que fuere que estabas diciendo me hacía feliz escuchar, porque todavía siento las mejillas tirantes de tanto sonreír. Estoy segura, porque me desperté sola y vacía porque ya no estás acá. Estoy segura que volvía a ese instante en el que eramos felices juntos porque no me puedo sacar del cuerpo el vacío y la angustia que me genera. Estoy segura porque cuando me desperté me ardió el cuerpo por tu ausencia y la cama de repente es enorme.

Comentarios

Entradas populares de este blog

2019

Las HDP,