Nunca pensé que llegaría a este punto. Nunca pensé que me dolería hasta el último de mis huesos, hasta la última de mis células. Nunca pensé que me daría miedo, no despertarme después de ayer. Nunca pensé que con tanta facilidad se me inundarían de lágrimas los ojos. Nunca pensé que ya no te encontraría más, al lado mío, ni que no podría llamarte. Nunca pensé que llegaría este día. Un día gris, en el que ya no salga el sol, en el que las cosas terminarían. Un día en el que ya no me den más ganas, hacer nada.
2019
No me saque ninguna foto con mi familia, ni mis tíos, ni mis primos. Me reí mucho, comi cosas ricas, mis primos me pusieron al tanto de sus vidas, me hicieron un regalo que no me esperaba, bailé con mi sobrino en brazos y me miró con sus pequeños ojitos con tanto amor que sentí que el universo se reducía a nosotros en la casa de mis tíos mientras cantábamos todos juntos las canciones a los gritos. En ese momento, en el que todo se disipó, en el que simplemente estuve ahí, en ese ahora, sentí la liviandad de ser feliz, y quererse a uno mismo, pero también lo hermoso de un hogar lleno de gente que te quiere mucho y vos querés de la misma forma, y que en un abrazo se corta la distancia y el tiempo y ya no importa que tan poco o que tan mucho nos veamos, el cariño es inmenso. Una parte de mi alma vive en esta ciudad. Vive en sus calles numeradas, el parque al que llamó bosque, la arena en la que hundo los dedos de los pies, el olor del mar que me llena los pulmones. Vive en los abrazos d
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