Hace unos meses garabatié en la esquina de una hoja una instante que me imaginé viviendo con vos.
Es curioso que el tiempo entre ese momento y hoy transcurrió sin más y yo me había olvidado de su existencia. Esta mañana me desperté con una frase en la cabeza 'su abrazo se sintió como estar en casa' y sonreí porque me acordé al instante de vos y lo mucho que me gusta cuando siento tu cuerpo contra el mío. Más tarde encontré mí garabato sin saber que nunca había estado tan acertada en como se sentiría cuando te encuentre.
De repente, la luz se fue. Me quedé inmovil, sin decir nada, porque, yo sabía que vos estabas ahí. Abrí los ojos , pero esa oscuridad tan inmensa, me tragó. Sentí tu respiración a unos pasos de mi. No quería hablar con vos, con nadie. _Estas bien?- Quería contestarte 'Qué te importa', pero me pareció muy descortez. Hice una mueca de disgusto, y no volvì a hablar. Y descubrí por qué durante tantos años me ponía de mal humor la oscuridad, porque durante tantos años le temí, porque ahí ya no me podía esconder de nada, no había nada que pudiera esconderme de mi misma, y en esa claridad tan particular me descubría a mi. A mi, en mi desastre a mi misma, que tanto me detestaba.
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