Me mirás y esperas que te crea una vez más. Está bien, yo siempre creí
tus mentiras, siempre creí que podrías salvar mis maravillas en llamas en lugar
de incinerarlas, pero, ya ves, hoy por vos, no queda nada, así que me parece
razonable pedirte que no esperes que suceda nada asombroso, pero, sin embargo,
no te moves de donde estas. Permaneces inmutable, como una roca, como siempre y
tan ingenua como siempre, espero que cambies esa actitud que a veces odio tanto.
Seguís mirandome, ya no se que esperas de mi, ni siquiera se que espero de mi
misma. No se porque siento vergüenza estando
parada al lado tuyo. Vergüenza de mi misma, de lo estúpida que puedo llegar a
ser, más cuando estas cerca. Cuando juras quererme con todo lo que no sos, y me
miras … y esperas que te crea una vez más.
La caída
Hace algunos años, más o menos para la el fin de la Segunda Guerra Mundial (entre otros eventos igual de trascendentes para la historia de la humanidad) se produjo "la caída del proyecto moderno" esto en pocas palabras (y desde mi inexperto conocimiento) más o menos quiso decir que se les había roto el paradigma sobre el cual se había construido la modernidad y en gran parte esto tuvo que ver con que aquellos valores por los que había velado la modernidad, promoviéndolos resultaron ser nada más ni nada menos que una gran decepción. Un poco porque con el espíritu con el que se fundaron no fue del todo honesto consigo mismo a la hora de configurarse, como ocurrió con la igualdad, que todos somos iguales, salvo qué algunos son más iguales que otros como bien dijo Orwell; ya que cuando este valor se levantó como estandarte existían diferencias irreconcilliables en cuanto a la igualdad entre los seres humanos. Otro poco se debió a que se tenían conceptos errados. El del ...
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