Me mirás y esperas que te crea una vez más. Está bien, yo siempre creí
tus mentiras, siempre creí que podrías salvar mis maravillas en llamas en lugar
de incinerarlas, pero, ya ves, hoy por vos, no queda nada, así que me parece
razonable pedirte que no esperes que suceda nada asombroso, pero, sin embargo,
no te moves de donde estas. Permaneces inmutable, como una roca, como siempre y
tan ingenua como siempre, espero que cambies esa actitud que a veces odio tanto.
Seguís mirandome, ya no se que esperas de mi, ni siquiera se que espero de mi
misma. No se porque siento vergüenza estando
parada al lado tuyo. Vergüenza de mi misma, de lo estúpida que puedo llegar a
ser, más cuando estas cerca. Cuando juras quererme con todo lo que no sos, y me
miras … y esperas que te crea una vez más.
De repente, la luz se fue. Me quedé inmovil, sin decir nada, porque, yo sabía que vos estabas ahí. Abrí los ojos , pero esa oscuridad tan inmensa, me tragó. Sentí tu respiración a unos pasos de mi. No quería hablar con vos, con nadie. _Estas bien?- Quería contestarte 'Qué te importa', pero me pareció muy descortez. Hice una mueca de disgusto, y no volvì a hablar. Y descubrí por qué durante tantos años me ponía de mal humor la oscuridad, porque durante tantos años le temí, porque ahí ya no me podía esconder de nada, no había nada que pudiera esconderme de mi misma, y en esa claridad tan particular me descubría a mi. A mi, en mi desastre a mi misma, que tanto me detestaba.
Comentarios
Publicar un comentario