Hay personas que tienen la capacidad de
iluminar, de llenar de vida, los lugares
más recónditos de nuestra existencia, que aún en los días más oscuros, mas
lluviosos y demás, logran hacer salir el
sol, al menos un instante. Existen personas con la capacidad de robar sonrisas,
de detener la locura, calmar el llanto, disminuir la histeria, transformarla en
risas. Hay personas, pocas personas, con el increíble don de regalar felicidad,
de trasmitirla y volverla tangible. Hay personas, que son simplemente fantásticas,
y uno no sabe por que. Hay personas, que de un día para el otro se aparecen en
nuestras vidas, para ayudarnos a mejorar, que se los llama amigos, que estan
todos los días soportándonos. Hay personas, a las que no se las puede describir
con palabras, ni con extensos textos, hay personas que simplemente son, para
que los demás seamos. Personas, que vuelven increíble nuestra existencia,
personas, sin las cuales, hoy no podríamos vivir.
De repente, la luz se fue. Me quedé inmovil, sin decir nada, porque, yo sabía que vos estabas ahí. Abrí los ojos , pero esa oscuridad tan inmensa, me tragó. Sentí tu respiración a unos pasos de mi. No quería hablar con vos, con nadie. _Estas bien?- Quería contestarte 'Qué te importa', pero me pareció muy descortez. Hice una mueca de disgusto, y no volvì a hablar. Y descubrí por qué durante tantos años me ponía de mal humor la oscuridad, porque durante tantos años le temí, porque ahí ya no me podía esconder de nada, no había nada que pudiera esconderme de mi misma, y en esa claridad tan particular me descubría a mi. A mi, en mi desastre a mi misma, que tanto me detestaba.
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