Hacía mucho no pasaba por acá, también hacía mucho que no tenía mi propia máquina para poder escribir.  Se siente bien, poder volver acá. Si tengo que ponerme a pensar sobre qué quiero escribir, nada viene a mi mente. Pero, más allá de eso, puedo decir que estoy bien, a pesar de todo.
La última semana fue bastante turbulenta, debería decir del todo, en realidad. El jueves pasado ocurrió algo, algo que descolocó mi vida. Ocurrió una ruptura sumamente gráfica, el fin de la vida como la conocía hasta ahora. El Jueves pasado, con una determinación que no podía creer como propia, decidí seguir mi camino sola, separada de la persona con la que compartí los últimos dos años y medio (casi). Debo admitir, ese primer día, no fue fácil, hubo algunos, en estos días que siguieron que resultaron un poco más sencillo, pero ninguno destacó por la simplicidad o lo sencillos que resultaron.
Hay que admitirlo, la época de cursada, parciales, entregas, me jugó muy a favor. No estoy tan mal como esperé que lo estaría. Sí, el jueves me sentí un trapo de piso, no voy a negarlo, tampoco negaré que lo único que hice ese día fue dormir y llorar. Así todo, creo que lo estoy llevando muy bien. Creo que nunca vamos a volver. Sí, es horrible que lo diga. Pero, en serio, lo creo.  Se que no quiero volver a lo que teníamos, no porque era una mala relación, o porque él fuera mala persona, o se portara mal conmigo, sino porque algunas cosas eran disfuncionales. Íbamos en direcciones totalmente contrarias. Jamás me destaqué por ser muy aplicada en los estudios, o en la vida, pero creo que algo que si tengo, es un rumbo en la vida.  Se lo que quiero para mi vida, y se que estoy construyendo a que suceda. Él no. Él estaba ahí muy estancado, muy tranquilo de que se le escurra la vida entre los dedos, sin ningún tipo de problema o preocupación. Él, no veía nada de malo, en tener la edad que tenía y dejar pasar los días. Por eso, se que no puedo volver con él, yo no soy así. Yo no puedo quedarme eternamente viendo como se va todo y no hice nada. Yo no puedo, quedarme todo el día tirada, yo no puedo vivir ese tipo de estancamiento.
A veces, hay que tenerse amor propio. Eso fue lo que hice. Tenerme amor propio, y más allá de qeu la decisión en cierto modo me rompió en pedazos, me sentí libre. Libre de toda esa carga y ese peso que no quería tolerar más. Ya no quería seguir sufriendo, seguir esperando la nada misma.
Decidí y entendí que ahí no estaba mi camino, y que por más difícil que vaya a ser, y lo mucho que algunos días me iba a costar, así estoy mejor. Tal vez no lo esté todos los días, pero, construir una vida con una persona así, que a través de hechos completamente drásticos entienda la gravedad de sus acciones me conduciría nada más ni nada menos a una constante infelicidad hasta que tome el valor de dejarlo ir, o hasta la muerte misma.
Tengo una sola vida que vivir, y creo que es mi responsabilidad hacer que sea lo más feliz posible, y que la transite de la mejor forma posible.
No estoy diciendo que a lo largo de nuestra relación yo nunca cometí errores, estoy segura que los he cometido, muchos, y más de los que me gustaría admitir. Así todo, yo no puedo seguir este sendero. Es hora de partir, es hora de seguir, a pesar de todo.




Now go, just fine.
 Thanks for everything you give me

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