Desarmadero

Miro su rostro lleno de tristeza. Se que piensa. Se que siente. También se que no puede decir nada. Sus ojos tristes se posan en los míos. No hablamos. Los dos sabemos bien que está pasando. No hace falta decirlo. Apoya su cabeza en la almohada y cierra los ojos. Suspiro y me acurruco al lado suyo. 
Creo que haber llegado acá nos deja en el peor punto de todos. Sabemos que hasta acá se llega, y nada más podemos hacer. Que intentarlo sería desarmarnos. Rompernos más. Entonces, nos olvidamos de todo. Nos aferramos a ese instante que compartimos juntos. Quiero llorar. Se que es el último, porque cuando la mañana llegue, me va a terminar de arrancar lo que ya no nos quedaba. 

Comentarios

Entradas populares de este blog

2019

Las HDP,