7- Las viudas de santo domingo.
II
Viajar en el tiempo
_¿Queres saber por qué?
_Sí.
_¿Le preguntaste alguna vez a tus tías?
_No.
Se quedó callado.
Prendió la vieja camioneta de vuelta, dio una vuelta en una subida de
auto y cambiamos de dirección.
_ ¿A dónde vamos?- pregunté
_ A viajar en el tiempo.- Contestó con una
sonrisa picara. Sabía que yo lo iba a entender.
Anduvimos por una hora por una avenida bien
iluminada. Llegamos a una localidad que yo no conocía. Jamás había antes estado
ahí. Dio un par de vueltas, y se estaciono
en frente de la plaza principal. Bajamos. Hacía calor, aún cuando estaba
bien entrada la noche. Lo seguí en
silencio. Nos sentamos en uno de los
bancos. Podíamos ver toda la plaza desde ahí. Adrián se quedó mirando el lugar
con los ojos cargados de melancolía. Paso un rato hasta que abrió la boca y
comenzó a contarme.
_Yo no soy tu abuelo.. porque tus tías, no son
mis hijas. – Lo miré sorprendida pero no dije nada. Quería que él continuara su
historia- Yo… concí a tu abuela hace más de sesenta años. Acá. En esta
plaza. Era la hija del intendente y yo
un vendedor ambulante. Ella estaba comprometida con un tipo rico de acá, Oscar
algo.. no me acuerdo bien su nombre, y sin embargo, nos enamoramos de nada.
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